domingo, 19 de agosto de 2012

PUNTO 5: retomando ideas junto al libro de "El hilo de Ariadna"

Llegados al punto 5 y mirando hacia atrás, hemos hecho una investigación sobre diversos temas pero siempre centrado en la manipulación, la exaageración y de lo que no nos damos cuenta: de la desinformación cuando realmente lo que pensamos que estamos haciendo es infornos a través de notícias, imágenes, opiniones... que nos transmiten los medios de comunicación.

"El hilo de Ariadna" es un libro de Ramón Ignacio Correa, María Luisa Fernández Serrat, Ramón Tirado Morueta y José Manuel Bautista Vallejo que trata temas centrado en revisar de manera crítica los contextos educativos de la sociedad que actualmente nos envuelve.

Me acuerdo de una clase de una asignatura de este máster donde nos plantearon lo siguiente:

"Si nos remontáramos al siglo XVIII y nos trajéramos de allí a un médico y un profesor. Los insertáramos en el siglo que vivímos hoy en día y metiéramos a cada uno en su ámbito de trabajo: a uno en un quirófano y a otro en un aula. ¿Quién crees que podría seguir desempeñando su trabajo con total normalidad?"

Efectivamente, el profesor, con la ayuda de la pizarra tradicional y su tiza más su libro con los contenidos teóricos podría dar la clase pero el médico rodeado de nuevas innovaciones tecnológicas, maquinaría más precisa, etc. no sabría ni por donde empezar.

¿Y esto por qué? ¿Por qué en los diferentes ámbitos van renovándose, reciclándose, adaptándose al progreso y los cambios que conllevan y en materia de educación lo dejamos pasar?

¿Por qué continuamos igual que hace dos siglos? ¿Es así cómo pretendemos alcanzar, desde nuestro país, desde nuestra sociedad, una educación de calidad, una educación bien vista, de prestigio, qué realmente ayude y motive a la sociedad futura?

Estamos atrasados. Totalmente. Pero esto, con la ayuda tecnológica, los grandes avances acontecidos y que salen cada dos por tres no es tan díficil como parece, simplemente tenemos que evitar la rutina de la realización de las tareas como siempre lo hemos hecho y lanzárnos a experimentar, a probar metodologías nuevas que impulsen tanto la figura del docente como del alumnado.

En "El hilo de Ariadna" entre otras cosas, se comenta que la educación es una de las razones por las cuales la brecha de nuestro país respecto a la desigualdad se hacen más evidentes. Y esto, no es más que una cuestión económica, puesto que, cuánto más dinero tengas mejor educación le podrás dar a tu hijo (escuelas con más recursos, mayor preparadas, con curriculums más amplios...).

Antes se educaba en la escuela para adquirir unos conocimientos que después te ayudarían a desenvolverte en la vida laboral pero ¿dónde quedan los conocimientos, los valores que te permitirán caminar por la vida sólo? ¿No deberían ser más importantes a priori? Y más teniendo en cuenta, que hoy en día no de lo que acabas formándote es realmente de lo que acabes trabajando o dedicando toda tu vida.

También se comenta en el libro acerca de "las escuelas libres", es decir, las escuelas en las que estudias desde casa, de manera virtual, on line. Cada vez crecen más en Estados Unidos y la gran mayoría de niños estudian de esta manera. Hecho que presenta tanto ventajas como deseventajas, como suele ocurrir con todo. En Finlandia, país reconocido como ser uno de los más pioneros y aventajados en cuánto a la educación, hace ya años que optan por este tipo de enseñanza además de por las escuelas creativas donde se les da más importancia a la persona que está estudiando, a sus intereses que a los contenidos propiamente marcados legislativamente desde el año de los bisontes pintados en las cuevas, como otro autor comentaba dentro de los artículos que contenían la asignatura.

Según los autores del libro, estamos a un paso de que en un futuro próximo las escuelas se privaticen y se conviertan en puras empresas con finalidades y objetivos perseguidos marcados. De ser así, que no cuenten conmigo para la educación, una educación monótona, inflexible y marcada mediante pautas y conocimientos superficiales.


Debemos, como docentes y como responsables de la educación de la sociedad venidera, preguntárnos el para qué enseñar, dejando de lado al cómo enseñar. Debemos adoptar una nueva postura de trabajar donde los intereses, la motivación y los valores sean inculcados desde el primer momento para ayudar a nuestro alumnado a sentirse como una pieza clave de este entramado social irregular en el que habitamos.

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